La localidad de William Morris fue escenario de un impactante hallazgo: un cuerpo en avanzado estado de descomposición fue encontrado a la vera de un arroyo, y todo apunta a que se trata de Pastora Ibáñez, una mujer de 77 años que estaba desaparecida desde febrero tras haberse ido de su casa en José C. Paz.
El descubrimiento se produjo cuando un vecino, que buscaba lombrices cerca del Camino del Buen Ayre, se topó con los restos humanos. De inmediato dio aviso a las autoridades, quienes preservaron la escena y comenzaron las pericias.
Reconocieron pertenencias personales
El cuerpo se encontraba irreconocible, pero algunos elementos hallados en el lugar fueron claves. El hijo de Pastora se acercó a la comisaría 5ª de Villa Club y, tras observar imágenes de los objetos encontrados junto al cuerpo, reconoció zapatillas, un anillo y una pulsera que pertenecerían a su madre.
La investigación está a cargo de la fiscal Paula Hondeville, de la UFI Nº 10 de Morón, quien ordenó la realización de una autopsia y pruebas genéticas para confirmar la identidad de los restos.
Una historia marcada por la desaparición
Pastora Ibáñez padecía Alzheimer y no era la primera vez que se extraviaba, según contó su familia. El día de su desaparición, en febrero, había salido de su casa sin dejar rastro. Desde entonces, su búsqueda se mantuvo activa, tanto por redes sociales como en medios locales.
Según fuentes del caso, todo indica que la mujer habría caído en una corriente de agua y que, con el tiempo, el cuerpo emergió debido al descenso del caudal.
La causa fue caratulada como «averiguación de causales de muerte», y seguirá bajo la órbita de la fiscalía especializada en género del Departamento Judicial de Morón.
La comunidad espera ahora los resultados oficiales de la autopsia y el análisis de ADN para confirmar si, finalmente, los restos hallados pertenecen a Pastora.
